Hubo un tiempo bastante extenso en el que mis canciones tenían un orden inamobible: Primero el texto y luego la música.
Esto se desprendió de la forma en que aprendí el tratamiento de un texto en el Conservatorio, viendo que era tremendamente eficaz si los fines eran que la música acompañara no solo armónicamente sino tambien en el asunto del que hablaba el texto, siendo pues el instrumento acompañante (sea un piano, una guitarra o la orquesta) un narrador mas de los hechos.
Sin embago, al encontrar en el camino a Toquinho, cai en cuenta que se podría trabajar de la otra manera también, es decir, la melodía primero y luego el texto... claro, si se tenía a Vinicius al costado la cosa era bastante mas rica y llevadera, pero aún con eso...
...Pienso que no es mas dable una manera ni otra, ahora escribo de ambas maneras. Si tu caso es uno o el otro, te invito aque pruebes siempre nuevos caminos, te sorprenderas de los resultados
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